domingo, 28 de junio de 2009

Ok, perdón.

"igual somos amigos,
porque para enemigos
hay un montón de gente

corriente"
Andrés Calamaro





"no te amo". luego me dabas un beso con sabor a Baraima y Coca-cola.

y lo sabía, que lo supiera no implicaba que no esperara una cosa diferente. así hasta que se apagaron las últimas cenizas.

nunca te conté. esa noche no llegué a mi casa, fui a llorar con alguien más. le presté mi cuerpo seco y vacío. desistimos porque la sangre de mis ojos comenzó a encostrarse y a irritar mi piel. pasé la noche en un sillón junto a una ventana abierta, temblando de frío, sin respirar. no te sientas mal, reí un poco aquella noche, algunas horas antes, presa de mi autodestrucción, tomé una tarántula entre mis manos.
sí, tengo un problema con esos animales, el recuerdo más antiguo que tengo es el de una araña gigante, sus patas eran finas y tan largas como mi cuerpo de niña de dos años... uno recuerda las cosas según su perspectiva, es inevitable.
¿te recordaré como un patán? no, descubrí que por alguna extraña injusticia de la vida ser un buen tipo y ser un patán no son excluyentes. nadie nace siendo un patán (o patana), son formas de cagarla. no quisite lastimarme ("solamente dijiste que no").
en fin, esa tarántula... después de lo madreado que quedó mi corazón ¿qué podía hacerme una tarántula?. la lanzamos por una ventana, me gusta imaginar que regresó a CU y que me vio follando con él (otro él) entre las rocas.
no es una perversión.
es sólo que sé que me va a lastimar, de hecho ya me desilusionó como era de esperarse, pero mientras tenga presente cómo después de muerta pude sentirme valiente y reir, valdrá la pena arriesgar lo que queda de mí.
no lo amo. está cagándola con alguien más. aprovecho mientras tanto su alegría.

a veces te extraño.


jueves, 11 de junio de 2009

Locus Amoenus

28 abril 2009

el sonido de las botellas de vino rotas es más áspero cuando rozan con la carne, no así las espinas de ron que hormiguean y conspiran armónicamente con el canto de las latas vacías; los poros de la piedra volcánica exhalan gemidos placenteros y le susurran a la hierba seca que acaricie nuestra espalda; la tierra se calienta al aumentar el ritmo y enciende las colillas y las bachas que han sido abandonadas.
sólo esas chispas nos alumbran, parecen los ojos de los lobos jadeantes y agitados, listos para comer lo que quede de nosotros. las tarántulas no saben esperar, en tu cuello al lado opuesto de mi boca húmeda hay ocho patas subiendo en escala cromática, pulsando cada cuerda de sudor que baja, tejiéndonos una melodía alrededor del rostro, una tela que nos cubre del zezeo de los mosquitos.

el polvo de mi cabello forma una gran nube gris que no nos permite ver la luna y nos aísla de la estruendosa ciudad que está enfermando un par de metros más abajo. un grillo nos pregunta quiénes somos y qué haremos al respecto pero se aleja con el destello de tus párpados que muerden. esta noche no hay más que música y piel llagada.

Zapatos en el alambre


algún día de 2008

-mira mis calcetines, son de colores
-porqué te gustan tanto los calcetines?
-son felices
-se ríen contigo?
-me hacen sonreir, como el refresco rojo.
-a sí, ya recuerdo. eso de la gelatina verde y los globos aerostáticos.
-también la palabra globopuerto es feliz. hoy en la mañana escuché otra: pingüinario. también es feliz.
-yo no soy feliz.
-bésame.

-te hace feliz estar conmigo?
-no, como tampoco te hace feliz beber esa chingadera.
-préstame dinero para comprar otro trago.
-no.
-ándale, y me lo tomo con refresco feliz.
-siempre interrumpes todo. ten.
-no me tardo. no te vistas.

-ten tu cambio.
-acuéstate.
-deja que me lo fume, sino no voy a ver dónde echo la ceniza. no es bueno usar el piso de cenicero cuando no sabes bien qué hay en él.
-sólo ibas a comprar alcóhol.
-veneno en general. escucha esa canción, trata de un mediocre.
-qué chafa.
-te gustan los mediocres, por eso estás conmigo.
-te gustaría ser un mediocre, así podrías justificarte.
-no sirvo ni para ser un mediocre?
-te esfuerzas demasiado. te tiene que salir más natural.
-qué puede ser más natural que mi pinche vicio. ni siquiera me lo pago yo solo.
-...

-¡cáyense malditos pájaros!
-eres un amargado, sólo porque tú no puedes cantar...
¿qué haces? deja mis zapatos.
-a ver si así se callan.
-ni siquiera tienes puntería.
-por eso los estoy amarrando, si no les da uno les dará el otro.
jajaja!! tomen eso!
-¿ahora cómo me voy a ir?
-en calcetines, arrastrando tu felicidad. o si quieres puedes quedarte aquí, a vivir conmigo. comeremos gelatina de todos los colores.
-bueno.
-pero no te amo.
-y si yo te amo ¿a tí qué te importa?